- Estimar cuando llevar por última vez la ropa a la lavandería
- Organizar el jaleo que tengo de ropa para conseguir que entre todo en la maleta
- Preparar la fiesta de despedida ;-)
- Comprobar que se ha realizado la reserva del Hotel En São Paulo (a nadie le gusta llegar después de 4 horas de vuelo y que le digan que duerme en la calle)
Supongo que tocará irse de farra con los compañeros del curro, y ver donde acabamos, me da que en ningún lugar sano o saludable, pero bueno siempre es bonito y a la vez triste despedirse de la gente; y se está convirtiendo en una norma el ir conociendo gente y dejándola atrás.
Es una sesación extraña, difícil, pero a la vez agradable; es algo difícil de describir la facilidad que hay para hacer que las personas que vas conociendo fuera de casa pasen a formar parte de tu historia; y se queden con un trocito de tu vida.
Ya estamos otra vez con ñoñerías, si es que esto de estar tanto tiempo fuera le saca a uno el lado pitín de la vida.
Por otro lado estoy en la búsqueda de donde resurgir el sábado en São Paulo:
por lo pronto la cena será en un japonés... como no podría ser de otra forma.
Para la fiesta posterior... siempre tenemos más opciones
Royal
Lotus
O al siempre incombustible Museun dining art...
Bueno me siento desfallecer entre el jaleo de ropa, así que mañana más señores... habrá que despedirse...
3 comentarios:
y oye si la despedida es muy jarta, que te facturen con el equipaje...
Madre mía,
No se que será peor, la fiesta jarta o leer el momento ñoño de Julín, xDD.
Na ome, es bonito hacer amigos allá por donde se va. Seguro que al final, hasta me cuesta partir de regreso a España.
Saludetes.
Tuzo... qué le vamos a hacer... tengo que avisar claramente en el hotel y tener el taxi abajo... si no ya veremos lo chungo que va a estar llegar al aeropuerto. Después 4 horitas de viaje
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